15 de noviembre de 2007

Una tragedia británica


Resulta curioso que un cineasta cuya imagen pública se ha identificado básicamente con un histriónico autor de comedietas más bien onanistas, en las cuales acostumbra a interpretar el papel de bufón principal, haya alcanzado, de forma inesperada, la maestría cinematográfica con una obra deudora, en mayor o menor medida, del conocidísimo tema hitchcockiano del crimen perfecto y el falso culpable, del dostoyevskiano héroe cuya tarea delictiva se sitúa por encima del bien y del mal (elevado hasta los altares cinematográficos por Robert Bresson y su Pickpocket) y de la vieja trama del arribista que necesita cometer un asesinato anónimo para llegar a la cumbre, que esbozó en su día Theodor Dreiser en Una tragedia americana y que trasladó al cine un inspirado George Stevens en su obra mestra, Un lugar en el sol.
Todo es inesperado en Match point, el punto culminante en la obra de Woody Allen, desde el sorprendente comi
enzo en el que una pelota de tenis no logra sobrepasar la red por escasos milímetros y el protagonista acierta a decir algo que todo espectador atento tendrá presente durante el resto del filme: “Más vale tener suerte que talento”. Scarlett Johansson, haciendo caso omiso de quienes ya la sitúan como la femme fatale del cine contemporáneo, es en este caso la víctima, una mujer sin suerte que caerá víctima del imparable ascenso un Jonathan Rhys Meyers muy cercano aquí al perfecto hombre sin escrúpulos y un tanto alejado, por consiguiente, de la inocencia y la empatía que Montgomery Clift transmitía al modesto y humilde joven que enamoraba a Elizabeth Taylor y embarazaba a Shelley Winters en Un lugar en el sol.
En la obra de Woody Allen anterior a Match point no era fácil encontrar pistas de su capacidad para realizar un empeño tan elevada estatura. En Delitos y faltas había una cierta semejanza temática, pero en cualquier caso se trataba de un filme mucho menos ambicioso y muy centrado en sus ámbitos habituales: la clase intelectual acomodada y de origen judío, ubicada en el Nueva York de siempre. En este caso el traslado de la acción a Londres significa también la irrupción de la conciencia de clase, una conciencia elevadísima en el caso de la familia protagonista –los Hewett- que se traduce en matrimonios de conveniencia, abortos obligados y clandestinos y la ridiculización del recién llegado Rhys Meyers, que en sus primeras cenas de tanteo comete la insoportable plebeyez de pedir un simple pollo.
Es motivo de celebración que Woody Allen, después de haber dado multitud de palos de ciego en la búsqueda de un modelo bergmaniano sin estilo ni claridad de ideas y de una comedia bufonesca con escasa voluntad de trascendencia, haya realizado al fin una gran obra por la que merecerá ser recordado en el futuro.

10 comentarios:

poliptoton dijo...

Lo siento, pero no puedo darte la razón. Aunque encuadradas en el género de la comedia, que ya de por sí tiende a verse como "menor", creo que "Annie Hall", "Manhattan", "La rosa púrpura de El Cairo" o "Desmontando a Harry" no sólo tienen voluntad de trascendencia, sino que la logran plenamente. Y la gran, la inmensa mayoría de las comedias digamos más sencillas son excelentes dentro de su género.
Además, aunque en esto sé que ya puedo estar bastante más solo, también veo muchas cosas interesantes en la mayoría de sus intentos de dramas totales ("Septiembre", "Interiores", "Otra mujer") y en los parciales ("Celebrity").
Dicho lo cual, me encanta "Match Point" y en cuanto a Sacarlett Johansson, no sé quién dijo que está más interesada en ser la nueva Marilyn antes que una buena actriz, pero lo suscribo al 100%.

BUDOKAN dijo...

Todavía no hge podido ver esta nueva entrega de Allen, debo decir que me ha gustado la reseña que haces en este posteo. Saludos!

Rain dijo...

Match Point, sí, un film magistral. Y también -por mi parte lo enfatizo- Manhattan, Zelig, Crímenes y pecados, Alice, La rosa púrpura del Cairo, Recuerdos y otras...

Las referencias allenianas van de la comicidad a la exploración de lo existencial en un refilón interesante. Viendo toda su filmografía, se comprende más su búsqueda. Y bueno, dudo que sea una cuestión de gustos y colores, opinar diferente respecto a Woody Allen Creo que en estas diferencias se expresa mucho acerca de la visión delo cinematográfico en su amplitud y variedad de miradas.

Salutes.

Mario Iglesias dijo...

No creo que sea positivo hacer una defensa de Woody Allen partiendo de la base de que es una cuestión de "amplitud y variedad de miradas".

Woody Allen carece de esa amplitud y de esa variedad en casi toda su obra, dedicada a la construcción de un personaje bufonesco por un lado y a una mala vulgarización de la estética bergmaniana por el otro.

No se trata de competir por quién tiene el ojo más abierto, sino de entender una filmografía y un fenómeno mediático tras haber visto decenas de sus películas.

Anónimo dijo...

No quise molestarte,mas es lo que creo. Realmente así lo veo. Y acerca del personaje bufonesco de WA, le veo sí, por ratos bufonesco,mas no como algo que totalize su interpretación. Creo que ese lado es eso,un lado. Tampoco le aprecio como un voluntario y fallido émulo de Bergman. Lo admira,siempre lo ha declarado, mas de ser un gran referente, creo que no pasa.

Justamente en honor a la
filmografía alleniana es que aduje lo de la amplitud de miradas. Es algo en lo que creo Perzival y por ese filtro, entiendo el aprecio a Woody Allen como realizador y como actor.

Hay un film muy entrañable (en lo personal) que es Recuerdos
aunque no sea,lo sésu mejor film. Los diálogos, los planos, aquellos encuadres me son inolvidables....

Tu bitácora brinda la posibilidad de comentar con interés cinéfilo: enhorabuena. Me reconforta encontrar un espacio en el que se despliega el intercambio de eso que nos hace ser como somos: dueños de imaginarios, de momentos,de escenas vividas o vistas.

Salutes,Perzival.

Anónimo dijo...

No acepto comparación entre una pelicula mediocre "match point" y una gran pelicula como "Un lugar en el sol" la de Allen es una copia mala, de hecho creo que es una director sobrevalorado y un actor patético.Cine para alternatas intelectualoides.

Rain dijo...

No se acepta lo que opina el otro. Yo acepto que hay opiniones diferentes y no las desestimo por ser diferente a menos que sea la opinión de alguien que por ejemplo alabe un film pro-nazi, que de pronto está artísticamente muy bien realizado. Así que lo esteta no sería lo único que define la calidad de un film.

Las opiniones son todas atendibles, sólo que las virulentas son precisamente la de quienes no arriesgan nada. Generalmente son sentenciosas y estériles. Como se ha visto.

Mario Iglesias dijo...

Anónimo, no estoy de acuerdo con tu última intervención ya que no creo que para la cuestión de Woody Allen exista un único punto de vista posible.

A mi no me gusta el 90% de su obra, pero hay críticos respetabilísimos que están enamorados de él, y en esta entrada ya has visto que Poliptoton y Rain también lo consideran un gran cineasta.

Anónimo dijo...

¿y a mí que me importan lo que digan los demas criticos?No hay mejor critico que uno mismo.Por cierto rain no me seas alternata filosofal ¿vale?

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Cada uno es lo que quiere en la blogósfera. Unos se envalentonan tras el anonimato, filos spams, o no, otros expresan lo que piensan sin autocensurarse y sin agredir dado el caso que no es necesario. En fin, este blog se va a extrañar. Cuando se debate, y no sólo se elogia, resulta interesante. ¿No creen?

Perzival, como dices, los blogueros se transforman, y en alguna bitácora aparecerás. Aunque no sepa dónde, espero que te sientas libre.

Un gran salute.